lunes, 2 de septiembre de 2013

La sabila un milagro curativo

Procesadas por manos hispanas en el templado clima del Valle de Texas, las pequeñas y delicadas hojas de la sábila atesoran las propiedades de una planta utilizada para la curación de diferentes males y el cuidado de la piel.
La sábila (aloe vera) encuentra su principal uso en EEUU como remedio para la piel, particularmente contra las quemaduras del sol y manchas, mientras que en otras partes del mundo se le prefiere ingerida, con la esperanza de que ayude al tratamiento de males como el cáncer, la diabetes y el VIH.

A  medida que se ha ido extendiendo su conocimiento y la constatación de su efectividad, son ya bastantes los médicos, algunos de ellos expresamente dedicados a la curación del cáncer, que se han interesado por él. Tras haber comprobado su éxito también interesados en estudiarlo y comprenderlo mejor.

Han  habido curaciones de muchas clases de cáncer: cáncer de piel, de garganta, de mama, de útero de próstata, de cerebro, del hígado, del intestino, de leucemia, etc. Incluso en personas diabéticas.

En muchos casos la curación del cáncer ha sido definitiva. Otras veces el cáncer, tras haber sido curado, ha vuelto a aparecer de nuevo.
Se puede repetir el tratamiento de nuevo con eficacia. Cuando todavía no se tiene cáncer el tratamiento puede prevenir o evitar durante un año. Este tratamiento se puede hacer siempre, en cualquier estadio de cáncer.
Por supuesto es mejor si el tratamiento se empieza cuanto antes. Pero aun cuando el cáncer sea viejo y aun cuando parezca ya irremediable a los ojos de todos, son muchas la veces en que el tratamiento ha surtido efecto.
Este tratamiento se puede hacer simultáneamente con cualquier otra cura del cáncer, por ejemplo la quimioterapia; no entorpece la eficacia de la otra cura.


Muy importante: la constatación de si este tratamiento ha curado o no el cáncer no se puede determinar por meras impresiones subjetivas. Es preciso un conocimiento objetivo, que sólo se puede obtener mediante los controles médicos.
Por eso hay que recurrir a ellos, tanto antes de empezar el tratamiento (para saber cuanto cáncer hay) como después una vez comenzado el tratamiento ( para saber si el cáncer progresa aún, o se ha estabilizado ya, o disminuye, o ha dejado de existir). Solo los resultados de esos controles pueden determinar con seguridad el estado del cáncer y no las sensaciones de mejoría que pueden sentir los enfermos.
En efecto es muy frecuente que este tratamiento produzca pronto en el enfermo una cierta sensación de bienestar y de mejoría. Pero esos síntomas no constituyen ningún índice de que el cáncer está realmente curado. Es peligroso, pues dejarse guiar por esas sensaciones.

El tratamiento consiste en la toma de un jarabe que se hace con la planta llamada  Aloe Vera .Sus hojas son duras y su bordes espinosos. Su contenido interior es baboso. Su sabor es muy amargo. Su nombre en español es  sávila , atzavara vera , en catalán, y erva babosa en portugués. Crece en regiones más bien secas.

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