jueves, 31 de octubre de 2013

Alquequenje

Antirreumático. Diurético. Laxante. Vitamínico.

El alquequenje, Physalis alkekengi, también conocido con los nombres de tomate encarnado, vejiga de perro, u otros nombres similares, es una planta herbácea la cual es muy fácil de reconocer por una cubierta muy atractiva alrededor de los frutos.

Es una planta nativa del sur de Europa y Asia, también se puede encontrar en Japón (de hecho el nombre común de esta planta en inglés es “lámpara japonesa”). Su tallo puede alcanzar alturas de entre 40 y 60 centímetros.
Las hojas del alquequenje son pecicoladas y puntiagudas, con longitudes de entre 5 y 12 centímetros, y midiendo de ancho entre 4 y 9 centímetros. Las flores son pequeñas y de color blanco, con una corola de apenas 15 mm. La floración se puede dar a lo largo de la primavera o verano.

La parte más característica de esta planta son sus frutos, los cuales son comestibles y poseen un sabor ácido. El fruto es de color naranja o rojo y va cubierto de un cáliz con textura de papel de colores similares. Esta parte de la planta es muy distintiva y por ello hay quienes la usan como planta de ornato.
Durante la temporada de invierno los cálices adquieren un aspecto muy atractivo. Conforme la cobertura se seca, se logra conservar una fina estructura de la misma, y por dentro se puede distinguir claramente la baya del alquequenje. En conjunto esto la vuele una planta de ornato muy atractiva.

Para fines medicinales la parte de interés es la baya, esta se puede colectar durante el otoño una vez que están maduros. Los frutos se ponen a secar en la sombra y después se conservan en recipientes transparentes y bien sellados.

Uso terapéutico

Como complemento alimenticio las bayas del alquequenje son un excelente aporte de ácido ascórbico (vitamina C), también aporta cantidades moderadas de vitamina A. Su consumo se recomienda en temporadas de frío en las cuales se es más propenso a enfermar de gripe entre otras enfermedades de las vías respiratorias.
Por otro lado sus usos medicinales la incluyen como diurético, y también para aliviar problemas de piedras en la vejiga. Así mismo tiene un efecto que acelera la excreción de ácido úrico (uricosúrico), el cual al acumularse puede traer problemas como Gota (acumulación de ácido úrico en articulación hasta volverse en cristales), así como algunos tipos de reumatismo.
Un consumo elevado puede provocar efectos ligeramente laxantes los cuales también se pueden aprovechar.

Modos de uso

  • Polvo. Se emplean las bayas ya secas y se muelen hasta volverlas en un polvo fino. Se
    consumen de 2 a 3 gramos hasta 3 veces al día. Se puede acompañar en una oblea. Ideal para problemas de la vejiga, retención de líquidos y acumulación de ácido úrico.
  • Decocción. Se toma una taza de bayas frescas y se ponen a cocer en un litro de agua durante cinco minutos. Se deja enfriar y después se cuela, se le puede añadir azúcar o miel para endulzar. Se toma un vaso por las mañanas para reducir los niveles de ácido úrico.
  • Vino de alquequenje. Se prepara a partir de 200 gramos de fruto seco, junto con 100 gramos de fruto fresco y finalmente 100 gramos de las hojas. Todo esto se macera en un litro de vino blanco durante un periodo de 1 a 2 semanas. Todos los días se debe de agitar el contenido y finalmente filtrar. Se puede tomar una copa después de la comida para aprovechar su efecto diurético.
  • Jarabe. Se puede encontrar en algunas tiendas, o bien, se prepara a partir de una décima parte de extracto de alquequenje con el resto de jarabe base. Se toman tres cucharadas a lo largo del día.

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